VACAS FLACAS

Ni para hierba...

Muy mosqueada estoy yo con el tema de la pasta de las campañas electorales de algunos. Recuerdo los tiempos de vacas gordas en los que el dispendio y la ostentación de los actos del PP eran un signo de identidad: caravanas interminables, comilonas gratis, autobuses a mansalva, cartelería, pancartas, banderas, camisetas, mecheros, bolígrafos y hasta en algunas municipales: CHANDALES, ¡eso era nivel!

Pero cuatro años, después de 16 de vacas gordas, en la sombra fría de la oposición han logrado que aquellos alardes electorales propios de una república bananera se hayan transformado en múltiples actos austeros que requieren poca inversión  y un mayor esfuerzo personal de los candidatos, cosa a la que no están acostumbrados (al esfuerzo digo).

Dicen que los gallegos somos desconfiados ¿pero no lo serían ustedes también en este caso? yo me limito a señalar la evidencia, no acuso a nadie de nada pero veo como las costumbres de los otros partidos se mantiene y el único que ha modificado sus usos ha sido el PP.

Algunos dirán que les ha entrado la vena ahorradora para dar ejemplo en época de crisis, pero yo soy muy descreída y «la señora de familia bien, venida a menos» nunca prescindiría del cafecito con sus amigas cubiertas con  bichos muertos, antes preferirá comprar «para su perrito» los recortes del fiambre en la charcutería,  para llenar luego con ellos los bocatas del niño escolarizado en un privado carísimo.

Recargar Galicia dicen, pero me parece que lo que quieren recargar son las arcas que siempre le han suministrado la solvencia que sostenía sus campañas electorales estilo Disneyword.