Leía, no hace demasiado, que los tacones deberían estar prohibidos , en los centros de trabajo, por los efectos lamentables que causan a las espaldas de las mujeres, que por otra parte suelen verse obligadas a usarlos como los hombres las corbatas.
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Me preocupan mucho los estereotipos de belleza que se nos imponen a hombres y mujeres, de hecho en alguna ocasión hablé de los femeninos en este blog, y más aquellos que trasmiten las revistas de moda (y otras).
Es por ello que hoy al enterarme de que una diputada francesa está recogiendo firmas para presentar una iniciativa legislativa que obligue a las revistas a identificar las imágenes retocadas con photoshop, me alegré.
Pues sí, me alegré por varios motivos:
Porque las chavalitas sabrán que esas portadas interviú son inalcanzables.
Porque la perfección no existe y ya está bien que nos hagan creer que debemos aspirar a ella.
Porque, lo miremos por donde lo miremos, una foto retocada es engaño y contribuye a la creación de un ideal estético inexistente.
Así que espero que la diputada francesa lo consiga.
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Y no debería sorprendernos, sino acostumbrarnos a que al igual que la composición de los chocolates incluye entre sus ingredientes las «trazas de almendra», las fotos tratadas con photoshop deberían llevar la «etiqueta» que indique que aquello es retocado.
Fotografías de worth1000
Ciertamente, cuando uno sale a la calle el photoshop se queda en el ordenador, aunque no se puede negar que es verdadera mágia moderna, y como toda mágia intangible.
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El Photoshop es un mal que obliga a Ralph Lauren a disculparse… aún que creo le las disculpas son insuficientes… Me entristece que los diseñadores se empeñen en deformar el cuerpo de la mujer, si no les gusta nuestra fisonomía que se dediquen a vestir mascotas.
Prototipo de mujer adorada por los diseñadores
Una sede del Partido Socialista en París
Mil ojos desde Xiabre 