Dicen que ojos que no ven corazón que no siente, esa es la verdadera razón de que Israel no quiera observadores en la toma de Gaza, son generosos con la comunidad internacional que al no ver la masacre podrán seguir respaldándolos con su silencio.
No quieren testigos, quizá así puedan negarlo luego.
Mil ojos desde Xiabre miran hacia Oriente cegados por las lágrimas de la vergüenza ajena y la congoja de sentirse inútil ante la sangre que se escurre entre los dedos de la comunidad internacional para crear nuevas fronteras para «El Pueblo Elegido».
«Quien ignora la verdad es un iluso, pero quien conociéndola la llama mentira es un delincuente.» Bertolt Brech
Una sede del Partido Socialista en París
Mil ojos desde Xiabre 